Castor Fantoba, el mejor piloto español de acrobacias de la historia: "La gente mira con respeto cuando vuelo"

  • 20 Minutos se sube al avión del mejor piloto de acrobacias español de la historia.
  • El navarro desgrana desde dentro todos los secretos de este deporte desconocido en España.
Reportaje al piloto Castor Fantoba
Reportaje al piloto Castor Fantoba
Reportaje al piloto Castor Fantoba
Reportaje al piloto Castor Fantoba.

El sonido lejano de un motor es lo único que rompe el silencio del hangar del aeródromo de Casarrubios del Monte (Madrid) en el que Cástor Fantoba, el mejor piloto español de acrobacias de la historia, trabaja minuciosamente en sus aeronaves. Allí, en la quietud de una gran habitación repleta de herramientas, piezas y pósteres, el navarro de 56 años ultima todos los detalles antes de desafiar las leyes de la gravedad llevando al límite su cuerpo y a su máquina.

Cástor Fantoba (1966) es ingeniero técnico aeronáutico, piloto de aviones de mercancías -tras una época como piloto de vuelos comerciales- y uno de los pilotos de acrobacias más reconocidos y galardonados del globo. Pero por encima de todo, Fantoba es un apasionado de la aviación con la sangre de hielo en el aire y con la cabeza perfectamente amueblada para transmitir toda su experiencia a la futura generación de aviadores de acrobacias españoles.

La llegada de este navarro a una disciplina muy desconocida en España fue prácticamente accidental, pues él, que ya era piloto privado, solía burlarse de un amigo suyo que fue el que le invitó a probar esta disciplina. "'Tanto que te ríes, a ver que tal te va', me dijo el amigo que luego me pagó una hora de vuelo en un avión de acrobacias. Lo hice y descubrí lo que iba a hacer el resto de mi vida", relata entre risas.

"De los vuelos de paseo (con los que él empezó) pasas a la 'gastronomía con alas' (risas), te vas a Castellón a comer una paella, vuelves, y todavía puedes aprovechar toda la tarde. Eso es muy bonito, pero te preguntas: '¿Me he hecho piloto para pasear?' ¿Y si tengo un problema, sabré reaccionar? Entonces es cuando me entra curiosidad por aprender esas cosas que el vuelo normal no te enseña... y es cuando te encuentras con la acrobacia", explica al lado de la reluciente avioneta de acrobacias que podría pilotar con los ojos cerrados. 

El palmarés y currículum de Cástor Fantoba

  • ·Actualmente 2º en el Mundo, modalidad de vuelo Clásico, por equipos
    ·Subcampeón Absoluto en el Campeonato del Mundo de vuelo acrobático Freestyle, 2019
    ·18 veces Campeón de España Absoluto
    ·Campeón de Europa Absoluto 2014, Clásico
    ·31 Medallas FAI - 6 Oros
    ·Más de 50 medallas en su trayectoria deportiva
    ·Cástor es comandante de línea aérea, calificado en Boeing 737, 757 y 767
    ·Reconocido oficialmente Deportista de Alto Nivel (DAN) por el Consejo Superior de Deportes desde 2005.
    ·Instructor de vuelo acrobático de alta competición en UA Training
    ·Integrante del equipo español de vuelo acrobático (ENVA) desde 1999
    ·Ha sido embajador de la Marca España desde 2014 hasta 2018
    ·Diploma Paul Tissandier de la FAI por su trayectoria y Galardonado por Avión Revue ·Internacional a la Excelencia Deportiva 2019

La máquina, el Sukhoi Su-26

Una hélice de 2,6 metros de diámetro, propulsada por un motor de 400 CV de potencia, permite que la aeronave de Fantoba alcance velocidades de 450 km/h a las que surca el cielo. Y es que sus éxitos siempre han llegado en compañía de su aparato, el Sukhoi Su-26, una joya de los vuelos acrobáticos diseñada en los años 80 pero con las prestaciones necesarias para ser competitiva en 2022.

"No es un avión obsoleto para nada, con él he quedado subcampeón del mundo por equipos, a día de hoy puede igualar o incluso superar a los aviones modernos", comenta Cástor sobre un avión que cautiva miradas en todas las competiciones.  "La gente mira con respeto cuando vuelo, el 95% del público está pendiente de este avión cuando arranca", asegura.

Y es que la máquina que pilota Cástor es realmente especial en un deporte en el que cada piloto debe buscar la manera de hacerse con el mejor aparato. "Aquí estamos como en la Fórmula 1 en los años 70, somos los pilotos los que nos compramos el mejor avión que podemos o los que conseguimos un avión y lo ponemos a máximo rendimiento", relata antes de señalar el por qué del buen rendimiento de su nave. "El Sukhoi es un poco atípico, porque el resto de aviones de competición los ha construido como quien dice un tío en un garaje, fábricas muy pequeñas, pero este fue construido en una fábrica que hace aviones de combate, por lo que su potencial tecnológico y técnico para la construcción era prácticamente ilimitado", aclara.

A sus manos llegó gracias al gran vínculo que mantenía la aviación de acrobacias española con los pilotos y entrenadores salidos de la órbita soviética, siendo uno de esos instructores el que insistió en apostar por estos aviones. "Se empeñó en que había que traer un Sukhoi, un 29, que era un biplaza, con ese empecé a volar y cuando pudimos acceder a un avión monoplaza ya no había que pensar mucho. Este lo compramos en el 2000 y estamos en 2022 y sigue dando zapatilla", cuenta orgulloso.

Castor Fantoba maniobrando con su avión
Castor Fantoba maniobrando con su avión
Ismael Jorda

Más allá de la fiabilidad del aparato, Cástor se encarga personalmente de mantenerlo en las mejores condiciones posibles para no sufrir ningún percance en el aire. "Le dedico tres veces más tiempo al mantenimiento que al tiempo que dedico a volar", asegura. 

La preparación del cuerpo, un factor determinante

En la aviación acrobática poco importa la máquina si el que la gobierna no reúne las características necesarias para ser el mejor. Aquí entran en juego dos factores clave: el entrenamiento técnico y el físico, estrechamente relacionados entre sí. "Durante muchos años le he dedicado todo mi tiempo libre a la preparación física, tanto entrenamientos aeróbicos como anaeróbicos. Mucho spinning y también musculación y boxeo", apunta Cástor sobre los deportes que ha practicado a lo largo de su carrera para mantenerse en las condiciones óptimas.

Pese a ser un deporte en el que la edad no 'trunca' carreras -Cástor sigue a un nivel competitivo con 56 años-, los pilotos soportan cargas de 9G de fuerza, algo que con los años tiene consecuencias sobre el cuerpo. "En el alto nivel te haces daño, no es bueno para el cuerpo, nosotros nos machacamos mucho la cabeza y el oído interno", confiesa.

Eso sí, la clave de esta disciplina es el equilibrio entre el estado físico y la destreza técnica, algo que explica la 'larga vida' de los pilotos. "Con los años la técnica siempre va subiendo siempre a la vez que va bajando la capacidad física, pero mientras el balance de lo físico y lo técnico siga haciéndote crecer o mantenerte competitivo, todo va bien", analiza.

Ahí entra en juego otra cuestión fundamental, la del entrenamiento diario que los pilotos deben realizar sobre el avión. Cástor dedica aproximadamente seis horas semanales, una al día con una jornada de descanso tras las tres primeras y siempre separadas en tres periodos de 20 minutos. Entre cada uno de esas sesiones los pilotos deben descansar mínimo dos horas, lo que aporta una idea de la exigencia de la preparación.

"Esto es como un combate de boxeo, todos los movimientos en el aire son golpes... ¿Quién aguanta más de 20 minutos en un combate? Es muy duro, es como si hicieras tres combates al día", comenta Cástor entre risas. "Yo ya hay días que no aguanto el tercer vuelo, o que reduzco su duración", reconoce.

¿Cómo es la alimentación de Castor Fantoba?

  • "Siempre he comido lo que he querido, pescado, carne, verdura... mucho carbohidrato cuando voy a trabajar fuerte. No mezclo carbohidrato con proteína porque me produce problemas de digestión, he ganado mucha salud desde que descubrí eso".

    "Intento comer lo que sea más sano posible y un poco menos de lo que me pide el cuerpo, porque como deportista siempre he comido hasta saciarme, pero te vas haciendo mayor y tienes más posibilidades de acumular (comenta entre risas)".

Un prodigio de la memoria

Antes de surcar el cielo, Cástor Fantoba diseña meticulosamente toda la maniobra que realizará en el aire -adaptada al viento y a las circunstancias del espacio de vuelo- sentado en su escritorio, y aunque parezca sorprendente, lo hace con la única tecnología de un bolígrafo y una libreta estrecha y alargada. En cada página en blanco dibuja a mano todo el 'trazado' a seguir en el aire, unas indicaciones que solo son un garabato sin sentido para cualquiera sin conocimiento de la materia.

Ese papel, que sube siempre con Cástor al avión sirviéndole de 'chuleta', queda grabado en su memoria tras varios días de estudio. Al pilotar su máquina, el piloto apenas necesita consultar el esquema dibujado, pues este permanece en su cabeza sin ningún borrón durante años. Esto no es, ni mucho menos, fruto de la casualidad, sino de un ejercicio de entrenamiento que llegó de manos de la escuela soviética en el que deben diseñar y memorizar un programa de acrobacias en dos horas para luego ejecutarlo.

El trabajo mental de los pilotos es crucial para el espectáculo que luego brindan en el aire, y en el caso de Cástor Fantoba, el ritual de estudio es casi tan espectacular como la acrobacia que ejecuta en el aire. Antes de cada competición se pone música en los cascos, se aísla, cierra los ojos y comienza un intenso baile formado por una cadena de pasos cortos, precisos y rápidos. A la vez emite sonidos de esfuerzo, pues mientras visualiza cada tonel o cada looping, contrae los músculos que en el aire serán aplastados por la fuerza de la gravedad. Este ritual tiene lugar cerca del avión y sobre un cuadrado imaginario (el mismo que tiene marcado con cinta de carrocero en el suelo de su hangar), con el que se imagina la posición que tendrá el avión en el aire tras cada giro.

Castor Fantoba, junto a su avión
Castor Fantoba, junto a su avión
Ismael Jorda

Empapado en sudor por la intensidad de la simulación mental, Cástor sube a su aeronave y ahí se para el tiempo para él. "Salto en el avión, me ato, arranco, y mi mundo a partir de ese momento es esto que tengo aquí delante", indica sujetando la pequeña libreta en la mano.

Lo que sucede en ese momento en el aire es un verdadero espectáculo visual para el que lo observa desde tierra, y un derroche de adrenalina para quien lo vive sujetando los mandos. El cuerpo se aplasta con fuerza al asiento, los músculos se tensan al máximo, se siente la sangre bajando de la cabeza como un cosquilleo en los oídos, el corazón late más rápido y la consciencia se difumina por la fuerza G. Por eso, los mejores están preparados para no quedar desfallecer a los mandos, un fallo de consecuencias fatales.

Un deporte con poca afición y mucha proyección en España

El vuelo acrobático cuenta, al menos en España, con grandes limitaciones para formar a las nuevas generaciones. No obstante, es una de las potencias mundiales junto a Francia y Estados Unidos -pese a la poca afición que existe en nuestro país- gracias al camino recorrido por Fantoba, y al legado que deja ahora como instructor de vuelo acrobático a medida que se acercan sus últimos días de competición.

"Mi idea es poder tener una escuela y enseñar lo que me han enseñado a mí, porque no hay muchas en el mundo y me gustaría pasarlo a más gente. El problema es que enseñar tres acrobacias lo puede hacer cualquiera, pero para enseñar la acrobacia de alto nivel no hay tanta gente", cuenta a 20 Minutos sobre el proceso que ha tenido que seguir como profesor. "Para entrenar técnicas avanzadas tienes que tener nivel suficiente, y yo no quería perder el tiempo enseñando lo básico, pero en España no había gente, y no habiendo pilotos de base nunca iba a haber de alto nivel, entonces me tocó montar una escuela de base", comenta con cierta resignación.

Es un deporte en el que las sensaciones son muy importantes, en el aire tengo que 'apretar' para no quedarme ciego

Sin embargo, ese trabajo progresivo le ha llevado a donde quería, y Cástor no esconde su satisfacción con el progreso logrado. "Llevo siete años con la escuela y tenemos tres pilotos en el equipo nacional y hay un equipo detrás de unos 15 que están empezando a apuntar muy alto. Hemos necesitado tiempo para empujar a la gente, pero pronto conseguiremos mi ilusión, entrenar a gente que esté en el máximo nivel", asegura.

En todo caso, esta es una misión realmente compleja, pues la afición de este caro deporte (una sesión de entrenamiento puede costar en torno a 700 euros) es muy escasa en nuestro país. Cástor estima que España cuenta con unas 70 licencias, mientras que Francia o Estados Unidos pueden estar cerca de las 1.000 licencias.

Esto además cuenta con un agravante, el hecho de que los métodos de entrenamiento no han cambiado nada en los últimos 20 años, es decir, hoy en día, un piloto español debe seguir el mismo camino que Cástor, acumular horas de vuelo. "Es un deporte en el que las sensaciones son muy importantes, en el aire se me baja toda la sangre de la cabeza y tengo que apretar para no quedarme ciego, eso no tiene nada que ver con un simulador virtual", razona añadiendo que esta tecnología aún no está suficientemente desarrollada para la vista humana.

Los éxitos recientes de la aviación española

  • La última comparecencia del equipo español en una competición internacional fue el pasado agosto, en el Mundial celebrado en Polonia. Allí el combinado nacional cuajó una gran actuación: 
    ​· 2ª posición en la clasificación por equipos, solo por detrás de Francia: Àlex Balcells, Camilo Benito, Cástor Fantoba, Manuel Rey, Olivier Masurel y Heiner Wehberg.
    • Masurel (4º) y Fantoba (5º) brillaron en la clasificación individual de la modalidad de vuelo acrobático clásico, ambos en el Top-10.
    10, cuarto y sexto respectivamente.
    • Masurel además logró la medalla de bronce (3º) en la modalidad de Freestyle
     

¿Dónde ver a Cástor Fantoba?

La mejor manera de enamorarse de la aviación es vivir de cerca este deporte, algo que es mucho más sencillo de lo que muchos pueden imaginar.  Más allá de las competiciones, Castor Fantoba participa regularmente en exhibiciones, como la que tendrá lugar el próximo cuatro de diciembre en Cuatro Vientos. En esta ocasión, el navarro se pondrá a los mandos de una nave histórica en un evento organizado por la Fundación Infante de Orleans.

Esa será la última cita del calendario de 2022 para Castor Fantoba, pero puede mantenerse al tanto de todas los eventos y competiciones a través de la web de Unlimited Aerobatics, a la puede acceder mediante el siguiente enlace.

Redactor deportes '20minutos'

Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid y certificado como técnico profesional de tenis RPT. Con mi llegada a 20 Minutos conecté mis dos pasiones, el periodismo y el deporte, y desde entonces formo parte del gran equipo de deportes de este periódico, donde comparto noticias y análisis sobre tenis, pádel, fútbol y motor.

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